Gala Morozov es una universitaria joven con falta de dinero y trabajo. Ella conoce una página en línea, en dónde hombres adinerados le pagan miles de dólares a jóvenes hermosas. Adrien Allard buscaba a una mujer capaz de cumplir sus fantasías, él está casado a ella no le importa . ¿Te dejarás llevar por la tentación?.
Leer másLa miré con desesperación cada respuesta de trabajo leer cada "No". Sentía demasiada frustración, mi nombre es Gala Morozov no le pediría dinero a mi padre y mucho menos a mi odiosa madrastra Gwen. Con la qué tuve mi primer aventura lésbica, si ella y yo tuvimos algo de lo qué me arrepiento profundamente no por mi padre sinceramente él era un imbecil. Me considero una persona normal físicamente e alta de cabello pelinegro, ojos azules y hermosa demasiado hermosa, su cuerpo parecía tallado por mil dioses Griegos eso suelen decirme cada vez qué me ven me ¿molesta?, por supuesto qué no yo lo sabía pero jamás lo diré en voz alta. Ya qué no me gustaba sonar creída o mimada, miré con desespero a su amiga.
Renata y yo somos amigas desde preescolar, jamás nos separamos por nada en el mundo. Renata es mediana, delgada rubia, de ojos verdes y sonrisa bonita.
estaba en su cuarto año de Psicología, los libros eran caros al igual qué la Universidad. La Universidad de Columbus es hermosa, con salones grandes y bonitos. Los profesores son tan estrictos, también inteligentes y amables... Los chicos son guapos también divertidos. Realmente adora esta Universidad. Pensaba mordiendose las uñas como chiflada.
—¿Quieres qué te diga mi secreto?—preguntó sin despegar su rostro del celular.
tomó su móvil y lo miro.
—¿Estas hablando con todos éstos tipos?... ¡Mierda!—miré con curiosidad.
—Mira mi estado financiero, ganó cincuenta mil por semana.
quedó boquiabierta, quería la fórmula. ¿Pero qué había qué hacer?
—¡Dimelo ya!—exclamó.
Ella le mostro la laptop.
—Éste es él sitió web en dónde hombres millonarios y billonarios pagan mucho dinero para salir con jóvenes cómo tú y yo... Así pagué mi rinoplastia.
Babysexting.net
Sentí una alegría inmensa, ¿pero acostarse con hombres para tener dinero?, ¿Es realmente lo qué deseo? Pensó cabizbajo.
—¿Que tengo qué hacer?—preguntó firme, Renata ríe.
—No dormirás con nadie a no ser qué lo desees, con citas, sexting por la aplicación móvil ganarias doscientos mensajes. Obviamente qué acostarte con ellos generaria más de cincuenta mil dólares.—explicó tranquilamente Ella se levantó y desató él cabello de Gala. Movió sus senos y tomó su móvil.—¿Así está bien?—tartamudeo
Ella me examinó de arriba a abajo era cómo si me comiera con la mirada podría jugar qué a Renata yo le gustaba por la manera en la qué me observaba.—Párate y sonríe, dejame decirte qué tienes qué firmar un contrato. Mostrarte, subir fotos, también ficha médica ellos deben estar seguros de qué no tienes nada. No lo digo de mala y ellos hacen lo mismo. A y tú cuenta financiera... Siempre me cuido y tú has lo mismo.—contestó en tono alto.
Renata tomó él pendrive y empezó a subir fotos de Gala en bikini, de rostro y cuerpo completo.
—¡No mi madrastra, tiene registro de mi cuenta!—gritó desesperada.
—Bueno pondré la mía y luego te harás una para ti.
Ella asintió.
—Me arrepiento, eliminalas.—comentó nerviosa, Renata subió todo.
Empezaron a llover miles de mensajes en sólo segundos.
—¡Carajo!—gritaron unísono.
_Qué mujer más hermosa_
Gala tragó saliva.
_¡Demonios , qué cuerpo!_
Renata empezó a saltar de emoción.
_Te escribí por privado, mujer hermosa_
Gala entró al buzón y vio su seudónimo Adonis, es un nombre de un Dios Griego ¿él será un Adonis de la vida Real?. Por alguna extraña razón pensar en eso me excitaba imaginaba a un hombre alto, con espalda ancha, ojos negros, barba y unos brazos qué me harían elevar al cielo.
_Hola mi nombre es Baby, tengo veintidós años_
Renata se empezó a reír a carcajadas.
—Tienes qué hacer videollamada, con él para poder verte... También lo verás no temas no va a matarte.—habló en tono burlón.
Gala acomodó su cabello y vio que la estaban llamando ella me dio un antifaz azul con encaje en negro sonreí nerviosa al mirar la cámara.
—¡Hola!—tartamudeo
Él sonríe, realmente no podía creerlo era de pelo negro, ojos negro y tenía buen porte... Pero parecía serio.
—Quítate él vestido, y mueve tú cabello—ordenó, obedeci y me movi.
Es un hombre muy guapo, parecía de unos cuarenta y tantos. El mordió su labio y sonrió.
—¿Le gusta a Adonis, lo qué ve?—pregunta coqueta, el sintió su cuerpo arder.
Sonrió de manera inmediata, tenía una
Preciosa. Murió de deseo al ver la hermosa sonrisa se ese hombre.—Mira tú cuenta bancaria y ahí tendrás tú respuesta.—guiño, corto la llamada.
—Tres mil dólares.
_Quiero verla Baby, él sábado te invitaré a mi restaurante mi chofer va a recogerla_
Mordió su labio.
_Claro, Adonis ahí esteraré_
Ese hombre se veía tan guapo y misterioso. Gala sonrió sintió una puntaza en su interior algo qué no sentía desde hace
_quiero qué juguemos un juego Baby, yo seré tú amo y tú mi sumisa_Mordi mi labio y tomé mi celular entre mis dedos._Sus deseos son órdenes amo, ¿qué quiere qué haga?_Mordi mi labio sentí cómo empecé a tener calor._Desnudate para mi, y tocate__Baje mi falda y me quité la blusa mientras lo observo fijamente mi ropa interior era blanca con encaje _Tenía ganas de tocarme._Bien tengo qué irme hablaremos más tarde Baby_ORALANALBarrotes – Crónicas Moan (by Eme)Karen Moan | agosto 20, 2021Categoría:RELATOS ERÓTICOS,Relatos eróticos con audio,Sexo oralSi te gusta el sexo más desinhibido, lee y escucha este intenso relato erótico con audio de Karen Moan.Sigue más abajo…BarrotesPulsa play para activar el audio:
RecuerdoSe pone de pie y veo que está otra vez listo para la acción. Me excita tanto el verle como antes me excitaba el no verle.Me hace arrodillarme. En vez de quedarse quieto mueve rápido sus caderas hacia delante y atrás, mientras me meto su polla en la boca todo lo adentro que puedo. Él me coge la cabeza y me marca el ritmo, y yo lo hago con avidez; quiero hacer que se muera de placer por la noche de película que estoy teniendo, chupársela tan bien como pueda, esforzarme mucho.Él me mueve la cabeza cada vez más rápido. Cada vez más adentro. Sus gemidos van creciendo en intensidad. Se va a correr de un momento a otro. Entonces me dice: «Me falta muy poco ya, ¿dónde quieres que termine?».Y una voz interior (que obviamente no soy yo) dice: «En mis tetas, quiero que te corras en mis tetas».Entonces, me hace seguir chupando un poco más, hasta que me tumba en la cama boca arriba con un rápido movimiento, al tiempo que se coge la polla con fuerz
Recuerdo de Gala-Tanquila- me dice. -Es solo una vela con cera de masaje».Sus manos empiezan a resbalar por mi cuerpo y recorren hábilmente mi espalda, mi cuello, mis costados… me hace cosquillas.Cuando llega a mi culo se detiene un buen rato. Me toca la entrepierna por debajo, me acaricia los muslos por el interior.«Ahora tranquila», dice, «te voy a atar ¿vale? Tengo un arnés en la cama».«¿Pero cómo un arnés?», pregunto yo nerviosa…«Shhhhhhh, confía en mí. No te va a pasar nada. Déjate llevar. Disfruta. Te va a gustar».Me muero de miedo. Sigo con los ojos vendados y el corazón latiéndome como un caballo desbocado.Me coge las muñecas y me las sujeta a los dos extremos de la cama con una especie de muñequera y unos ganchos. Hace lo mismo con mis tobillos. Me quedo
Aferrada a los barrotes del cabecero de la cama, ojos cerrados, ensimismada, muevo la pelvis controlando ese leve contacto que necesito de su enorme lengua a mi menudo botón de placer. De vez en cuando, me separo de él y pauso, espero pocos segundos para luego volver a colocar todo, ahora todo mi sexo, enterito, encima de su boca. Como si quisiera ahogarle. En realidad, creo que quiero hacerlo, no sé si de forma inconsciente. En ocasiones, la manera que tengo de sentarme sobre él, la manera que tengo de apretar su cabeza con mis muslos y el tiempo que transcurre sin que mi inerte amante proteste, parecen las secuencias de un crimen perfecto.Creo que quiero matarle porque yo me muero también. Sí, joder, sé que es distinto, pero en esos momentos, no pienso. Pensar… ¿quién puede pensar cuando cada lametón o cada ausencia me doblega, provocando mis estruendosos gruñidos e incontrolados temblores que se transforman en metálicos golpes de los barrotes a la pared? A veces, durante e
Nunca antes la habían atado.Carolina estaba a punto de abrirle la puerta de su sumisión, una cesión de poder que ella apenas conocía. Miguel disfrutaba haciéndola esperar. Jugaba con su voluntad de la misma manera que jugueteaba con las cintas de seda entre sus dedos. Ella saboreaba la incertidumbre, arqueada en la posición indicada. Aguardaba con impaciencia el momento en que él la inmovilizara.Lanzó una mirada hacia la escalera, ansiosa por subir ya a la habitación, pero no se movieron de donde estaban.Sin darle tregua, Miguel volvió a estrecharla contra la puerta de entrada. Por un momento, sólo existieron las respiraciones entrecortadas, la humedad de sus lenguas batallando en un duelo de titanes, y la erección presionando su abdomen. Un beso lánguido, lascivo, provocó que Carolina jadeara sin control.De pronto, todo resquicio de igualdad en la guerra despareció. Miguel la agarró con fuerza de las muñecas y le lanzó una mirada de advertencia, inclinan
Esto es algo que me pasó hace mucho tiempo, siempre me he sentido muy caliente al sentirme observada, y me encanta cuando me dicen morbosidades, que me digan que soy suya, que soy una perra, puta, zorra... Todos esos comentarios siempre me calientan, así que un día, decidí hacerme una cuenta falsa, y comencé a subir fotos mías, me calentaba mucho leyendo los comentarios que me dejaban, diciéndome que era lo que querían hacerme, y muchos me mandaban mensajes en privados, otros ni siquiera un hola decían, simplemente me mostraban su pene y yo al instante me calentaba y me masturbaba mirándolos.Un día, alguien me mandó un simple hola y de igual forma le respondí, después me ofreció a jugar un juego de roles al cual yo acepte.Amo: muy bien, pues entonces perra, de aviso que desde ahora, tú haces lo que yo te pida y como te lo pida, no me gusta que me han esperar y espero que seas buena niña si no quieres un castigo.Cuando dijo aquello, me espante un momento, pero me
Último capítulo