Elizabeth:
Me tocó regresar a la casa sola, al menos Draco nos dejó la camioneta para poder regresar. Liam preguntó por el y tuve que decirle que Draco se fue por qué debía trabajar.
Todo esto nos está afectando demasiado a nosotros, yo estaba desecha y triste por no poder hacer más por mi hijo, estaba asustada, estaba destrozada por lo que está sucediendo.
Afortunadamente Liam venía dormido y no escuchó todo el ruido que hay en la casa, lo deje acostado en su habitación ya que la sesión de quimioterapia lo dejo agotado.
Rápidamente bajé hacia el despacho de donde salían gritos y se escuchaba cosas romperse. Damon estaba parado afuera de la puerta junto con la señora de la cocina.
—¿Qué está pasando? ¿Por qué Draco está así?
—Esta mal —respondió Damon—, llegó a la casa lanzando maldiciones y se encerró.
—No entiendo, no debería ponerse así.
—Estás siendo demasiado insensible ¿Lo sabes? —lo miré—, no nos conocemos lo suficiente y eres la mujer de mi amigo y te tengo respeto, Pero a él