[CONTINUACIÓN] [NARRADOR OMNISCIENTE]
Aquella duda fue callada por Daniel, quien, sin poder evitarlo, apretó a la chica entre sus brazos y acabó con el poco espacio entre sus labios.
Aquel dulce sabor a inocencia era nuevo para él: le gustaba, le encantaba... era como si ya no pudiera parar. Se preguntaba: ¿por qué, si ella no era su tipo, la deseaba tanto? Quería seguir deleitándose de los dulces labios de aquella chica.
Por el contrario, Dana estaba extasiada, pero le daba miedo decirlo; aquel sujeto, sin duda, tenía mil veces más experiencia que ella...
Ese era también su primer beso.
¿Y si lo estaba haciendo mal?
El chasquido de sus lenguas, moviéndose, explorando sus bocas... sus manos acariciando lugares prohibidos, aquel deseo incontrolable que ese beso había desatado... todo junto era una explosión de emociones que los dos estaban dispuestos a tomar.
El tercer beso, quizá el cuarto, cesó cuando la chica se separó asustada.
Daniel pensó que quizá se había arrepentido; también l