Su mirada sobre mí fue aterradora. ¿Iba a matarme? ¿Iba a morir de esta forma? ¡Yo no tenía nada que ver con su trono!
¿Ella lo quería? Pues yo se lo entregaría en bandeja de plata de ser necesario.
—Dime, cariño. ¿Qué harías tú en mi posición? ¿Dejarías a la amenaza tomar tu lugar? ¿O lucharías por lo que te pertenece?
Balbuceé un par de veces, sin saber que responder. Me sentía intimidada, por lo que miré hacia otro lado.
—Camille —fue una sola palabra, pero esa voz logró erizar mi piel—. ¿Qué crees que haces?
La presencia de Donovan logró calmarme un poco. Era sorprendente, pero con solo verlo ya me sentía mucho más segura. Porque si de algo podía estar segura, es de que Donovan me protegería.
—Le preguntaba a Juliette qué haría ella en mi lugar —respondió con honestidad.
—¿Tú lugar? —repitió con sorna—. Tú no tienes lugar aquí.
Donovan llegó hacia nosotras. De un simple movimiento me puso a su lado. No detrás de él, para protegerme, ni delante de él para presumirme. A su lado. Com