Natasha
Saliendo a trompicones por la puerta, me aseguro de estar lejos de la ventana y de la multitud boquiabierta antes de agarrarme a la pared y doblarme en dos. Mi mano libre se extiende sobre mi pecho mientras respiro frenéticamente, intentando controlar el pánico creciente.
Escucho a Brenda y Sandy irrumpir en la calle detrás de mí, corriendo a mi lado.
—Esa zorra —sisea Brenda, con la ira palpable. No hago caso a su diatriba.
Cierro los ojos mientras me invaden oleadas de mareo. Esta noche no iba a ser así. Jenson nunca viene por aquí, pero bueno, le encantan los vinos caros. Quizás no debería sorprenderme.
Sandy me levanta y me abraza, apoyando mi frente en su hombro. "Estarás bien", me susurra al oído.
Exhalo un suspiro audible, incapaz de pensar en palabras que calmen a mis amigos. Stella sigue monologando, furiosa.
Me separo de Sandy y agarro el brazo de Brenda, odiando la debilidad que sé que se reflejará en mi voz si intento articular algo. "No pasa nada", digo con voz ás