Marcos
¡Maldita sea! ¿Qué demonios me pasó?
Desde que recibí la llamada, me he centrado por completo en Natasha y en cómo puedo solucionar esto. Este último mes, se ha convertido en una parte fundamental de mi vida. No solo me alimenta, sino que también disfruto de nuestras charlas nocturnas. Se han convertido en lo mejor de mi día. Siempre tiene algún dato curioso que compartir a diario o alguna palabra desconocida, pero sobre todo, está al tanto de las noticias internacionales y la actualidad. Hemos tenido debates interesantes. No había tenido algo así desde que mi mejor amigo, Mark, se fue a Australia. Es la única persona, aparte de mí, con la que he podido compartir mi espacio.
Me siento a oscuras en mi sala de estar, bebiendo un whisky, rellenando la reclamación del seguro y acercándome a la diseñadora de interiores que habíamos contratado para amueblar el apartamento. También pedí cita con mi asistente de compras para que Natasha cambiara sus trajes. Espero que se queje, y pensa