Marco levantó su cuchara y la golpeó inteligentemente contra el borde de su copa de vino.
Una nota brillante y resonante cortó el aire, haciendo que todos giraran la cabeza hacia él. Aclaró su garganta, dejando que el silencio se asentara.
—Amigos, tengo excelentes noticias —comenzó con una amplia y segura sonrisa—. Hoy hice una fortuna, y quiero celebrar con todos ustedes.
La multitud se agitó, con emoción brillando en cada mirada.
Florence se enderezó en su asiento, prácticamente rebosante de curiosidad.
—Bueno, ¡no nos tengas en suspenso, Marco! ¡Suéltalo ya!
Con orgullo exagerado, Marco se inclinó hacia adelante.
—Acabo de invertir toda mi fortuna —cien millones de dólares— en una acción. En una semana, esa inversión se disparará directamente a mil millones.
Los jadeos se elevaron alrededor de la mesa. Jack casi se ahogó con su bebida, con los ojos desorbitados.
—¿Mil millones? ¿Estás loco?
—Oh, estoy en mi sano juicio —replicó Marco, con tono presumido—. Es Grupo Nacional de Vida