El dolor de cabeza la despertó, pudo sentir como un par de manos la acariciaban suavemente en su frente, la limpiaban y luego rozaban suavemente su mejilla derecha.
-Ya estas despertando pelinegra, nos dejaste a todos muy preocupados- Su padre le hablaba suavemente.
-Supongo que sí, hubiera preferido seguir durmiendo Doctor Arturo Bannes-
-No es chiste, tengo a un Nicolae fuera de buscando medicamentos porque está muy preocupado por ti- Le decía mirándola fijamente -Especialmente porque me ha mencionado que te ha visto tener episodios frecuentes- Menciono, casi que podía decir que tenía un dejo de preocupación en su voz.
-No tienes que preocuparte, estoy bajo mucho estrés, y tu contribuyes a ello- Le soltó con descaro, intentando hacerlo sentir culpable -
-Ahora a todo le llaman estrés, estoy cansado de escuchar esa excusa para todo-
-Acostúmbrese doctor, las enfermedades modernas son una realidad con la que tendrá que lidiar, le guste o no-
-Pues tan moderna mi hija-
Las palabras le