Capítulo 83
Los pasos de Lilian se detuvieron en el vestíbulo. Miró el reloj de su muñeca: apenas eran las diez. Aún quedaba tiempo, pero no demasiado.
Las palabras del jefe de diseño resonaban en su cabeza desde esa mañana: “Antes del mediodía, ese expediente debe estar en mi mesa.”
Soltó un largo suspiro. No le quedaba más remedio que regresar. No había otra opción.
Con paso rápido, Lilian volvió a pulsar el botón del ascensor. Durante la subida, se mordió el labio inferior, intentando ordenar las emociones que desde temprano la tenían intranquila.
Debo ser profesional. Esto es por el trabajo. No mezcles lo personal.
Pero su corazón latía con fuerza cuando las puertas del ascensor se abrieron en la planta más alta. El pasillo silencioso volvió a recibirla. Lilian tomó aire profundamente antes de golpear la puerta del despacho del CEO.
Tok, tok, tok.
—Adelante.
La voz de Daryl sonó grave y distante, exactamente igual que en la mañana. Lilian abrió la puerta. Daryl seguía en el mismo