Capítulo 24. Nueva amenaza
Angelo
Han pasado días y no logro comunicarme con Emily. No responde mis llamadas, no contesta mis mensajes, y cada hora que pasa siento que algo anda mal. No sé qué ocurre, pero lo intuyo: hay una distancia que no existía antes, un muro invisible que me desespera no poder atravesar.
Durante la fiesta intenté acercarme a ella, pero su madre no la soltó ni un segundo, la tuvo pegada a ella como una maldita garrapata. Y con cada minuto que se acercaba el anuncio de su compromiso con Leonardo, el aire se me volvía más pesado en los pulmones, como si estuviera tratando de respirar en medio del océano.
Por un instante, se me cruzó por la cabeza detenerlo todo y gritar a los cuatro vientos que Emily no se casaría con mi hermano, sino conmigo. La idea del matrimonio me sorprendió a mí mismo, pero no tuve tiempo de averiguar si tendría la valentía necesaria para enfrentar a mi familia de esa forma, pues, justo antes de que mi padre subiera a la tarima para hacer el anuncio, sus hombres irrum