Luna salió de la biblioteca y fue directo al cuarto de Ángel y tocó a su puerta.
-Creo que deberíamos hablar- dijo Luna.
-Claro, pasa- respondió Ángel.
Luna entró en el cuarto y se sentó en la cama, Ángel tomó una silla de la mesa donde habían cenado la noche anterior y la puso junto a la cama.
-Esa pistola, supongo que regalo de mi madre, no pierde sus costumbres- dijo Ángel señalando al arma que Luna tenía a su lado-Pues dime de qué quieres hablar.
-Vengo de hablar con tu madre, me hizo bien y aunque esa mujer realmente da miedo hizo que viera las cosas de una manera diferente.
-Entonces supongo que tomaste una decisión sobre si quedarte o irte- dijo Ángel con una sonrisa a labios cerrados.
-Sí, pero antes creo que hay mucho más que hablar y ante todo te debo una disculpa.
-¿Disculpa?, no te estoy entendiendo, no tienes nada por lo que disculpart...
-Conocí a tu padre Ángel- Dijo Luna de repente -c