Luego de ver cómo Alejandro Mendoza salió hecho una furia en el camino, Eva sin más pidió un taxi de aplicación, esperó y en pocos minutos ya estaba en el hospital donde Sara permanecía internada.
Mientras caminaba hacia la habitación, iba pensado en cómo decirle a su amiga que acababan de rescindirle el contrato, pero que no debía preocuparse, Alejandro había dicho que el contrato por el proyecto que había firmado con ella seguía en pie.
Con ello en mente, ella podría concentrarse en cuidarla y, luego de que se repusiera, podría regresar a Boston, tal como era el plan.
Al llegar a la habitación donde Sara permanecía, se llevó una terrible sorpresa.
Su amiga no estaba, por un momento pensó que posiblemente estaba en terapia o algo así, pero comenzó a ponerse nerviosa cuando vio que todo parecía desordenado.
Ella se giró para ir inmediatamente a pedir informes sobre su amiga. Cuando lo hizo, se topó con el pecho del caballero que estaba a punto de hablarle.
- ¡Perdón! ¡Perdón! – dijo E