Capítulo 21 — El Amanecer de los sentimientos
El sol ya había escalado el cielo, rompiendo las nubes plomizas para inundar el penthouse de Elián con una luz suave y limpia. Lyra despertó lentamente, sintiendo una paz que no recordaba haber experimentado. Estaba acurrucada contra Elián, sus piernas entrelazadas, y su respiración era un ritmo constante y tranquilizador cerca de su oído.
Abrió los ojos. La luz destacaba los tonos oscuros del apartamento, pero, sobre todo, iluminaba la calma en el rostro dormido de Elián. El miedo que la había asaltado la noche anterior era ahora un recuerdo lejano, sustituido por una certeza cálida y una conexión innegable. Su loba interior, lejos de sentirse amenazada por él, sentía una profunda satisfacción y pertenencia.
Mientras lo observaba, Lyra sintió la fuerza de los sentimientos que los habían llevado hasta allí. No era solo la intensidad de su encuentro físico; era algo más profundo, un anclaje emocional y espiritual que la hacía sentir comp