Capítulo 70.
Días después Ana ya puede caminar de manera tranquila y con el cuerpo completamente curado de sus heridas.
Sin embargo se encuentra con Dionisio y toda la fortaleza que había mostrado ante las miradas de tristeza y compasión que la estaban arrollando de manera contundente haciéndola sentir completamente rabiosa, se deshace.
Dionisio la mira de forma fría apática y distante, como si mirara a una desconocida y no a la mujer que le había dado la vida.
— Hijo— susurra ella de manera contundente. — ¿Qué carajos crees que hiciste? ¡¿Por qué se lo confesaste?!— Grita de manera inmediata.
— ¿Yo?— dice entre sonrisas incrédulas el macho, — ¿por qué piensas que fui yo? ¿Por qué crees que yo soy la única persona que conoce quién es mi verdadero padre?
— No, nadie… absolutamente nadie más pudo haberlo descifrado de no ser porque tú abriste la boca. — la respiración de comienza a acelerarse— Qué falta de respeto es hacia la hembra que te dio la vida, que te brindó la oportunidad de respirar.