Capítulo 71.
—No, — declara Randolf al mismo tiempo que la levanta tomándola por los hombros para tenerla a solo unos cuantos centímetros.
— Escucha bien… Tú, maravillosa hembra, maravillosa guerrera, maravillosa reina, — le susurra a Alena al mismo tiempo que comienza a besar sus labios haciendo que ella se humedezca por completo de manera insistente. — Te encargas de la fertilidad de mi territorio y yo me encargaré de mantener fuerte a cada uno de los guerreros para que luchen por su linaje.
Alena sonríe.
— Me encargaré de poseerte una y mil veces para que me des ese heredero o tal vez dos o tres… Es un deseo que ellos corran en manada por los pasillos.
Alena se tensa solo un instante para después acercarse a él aun envuelta en sus brazos y le muerde el labio inferior tan sensualmente que provoca un rugido en Randolf.
—No importa qué tengas que hacer hoy— declara Alena. — Necesito que me acompañes a un lugar sin hacer— preguntas, Randolf se mantiene intrigado pero en ese instante solamente asi