Capítulo 120.
Luz levanta la vista para encontrarse con Alena mirando a Dionisio a los ojos…
— ¿Qué vas a hacer, Dionisio? ¿Qué piensas hacer rodeado de puros humanos? ¿Qué piensas hacer cuando todos comiencen a observar tu fuerza descomunal, tus cambios de humor, tus cambios a tu lado lobuno?
—No, mi Lobo y yo estamos de acuerdo. Nos ocultaremos. Nos mantendremos solamente en las orillas del territorio de humanos y voy a guardar este secreto. Necesitamos estar solos. Necesitamos estar rodeados de naturaleza…
— Y para eso te serviría tu granja —lo interrumpe Alena de manera contundente. Él se gira.
—No, no tengo una granja, no tengo un lugar al cual ir.
—Claro que lo tienes —declara Alena de manera contundente. —Porque la cabaña en la que te encontré ahora tiene todo para que puedan ser independientes.
Dionisio abre los ojos impactados.
— ¿Cómo… —cuestiona él sin poder creerlo.
—Sí —declara Alena. —Ahí el reinicio de sus vidas los está esperando, desde el momento en el que decidiste apoyarme en to