Capítulo 119.
Alena abre los ojos despertando a un nuevo día y al buscar a Randolf encuentra la cama completamente sola y fría.
— ¿Pero dónde fue?
En ese instante la puerta se abre y Randolf entra con la mirada decidida y una pequeña hoja doblada en sus manos, levantándola a un lado de su cabeza
—Tengo la manera de ir, cariño ahora podemos entrar a la manada Niebla Eterna…
En ese instante Alena se sienta de manera contundente, completamente despierta
— ¿De qué hablas Randolf? ¿Qué quieres decir? ¿Cómo podrías entrar a una manada si no es con un ejército?
—Tenemos pase libre.
En ese momento Randolf se acerca a ella sentándose a su costado y le entrega la hoja.
—Mira, es una invitación de los reyes —dice con desdén —de la manada Niebla Eterna para festejar la media luna y reafirmar y crear nuevas alianzas.
Alena abre los ojos desconcertada.
— ¿Media luna? ¿En serio quieren festejar estos seis meses que han estado en el reinado? ¿Pero por qué invitarte a ti? Ahora no son aliados. Al eliminar el ac