Hecha una furia siguió su camino, pocos minutos más tarde llegó hasta su destino y despertó a la guardia en turno, la cual estaba medio dormida, Johanna dio un sonoro golpe en el escritorio sobresaltando a la mujer
—Trabajas muy duro por lo que veo, Drisella— gruñó Johanna
—¡Cállate! — respondió la mujer— ¿qué quieres?
— ¿Recuerdas mi llamada a la que tenía derecho cuando llegué aquí?... pues quiero hacerla ahora…
—6 meses tarde, Johanna
—Me importa un bledo— respondió con un gruñido— quiero llamar a mi abogado y quiero llamarlo ahora…
La mujer al fin claudicó, sabía que no se quitaría de encima a la pelirroja a menos que hiciera lo que ella pedía… así que marcó el número que le dio ella.
—¿Diga? — al segundo timbrazo hubo respuesta del otro lado de la línea
—Sophia— respondió Johanna cuando identificó la voz de la esposa de su primo— pásame a Paul en este momento— ordenó con voz firme
—Johanna… ¿te ocurre algo? — preguntó Sophia del otro lado de la línea
—Si… pon a Paul al