—¡Odio este mundo! Fue la expresión de Mateo al recibir los resultados de su prueba de ADN, cada persona al cumplir los 18 años de edad tenía la obligación de realizarse dicha prueba para tener conocimiento de a que jerarquía pertenece. —¡Un maldito omega! ¡Creí que sería un alfa! ¿Ahora querrán tenerme como un ser inútil? Que para lo único que sirve ¿será de procrear? — Gritaba Mateo dentro de su habitación, con sus padres viendo el alboroto que estaba iniciando. Pero también se encontraban igual de sorprendidos que el joven escandaloso. Mateo siempre se ha demostrado independiente, de carácter fuerte y extrovertido, todo indicaba que sería un Alfa, incluso su aroma lo hacía casi confirmarlo. —Un omega también es muy importante para la sociedad, Mateo —Su madre omega intentaba calmarlo. —¿Importante? ¡No permitiré que ningún maldito alfa se me acerque! —Nosotros estamos igual de sorprendidos que tú Mateo, ya deja el alboroto —Insistía su padre Alfa desde la puerta. —Pero estaba seguro de que sería un Alfa, esto debe ser un error— Comenzaba a sentirse triste y frustrado. —Es imposible que tenga error el resultado. —Conociendo a su hijo, el Alfa intentaba sonar serio. —Esto no me truncara mis planes, seguiré estudiando lo que quiero, ¡y me dedicaré a lo que yo quiera! — Gritaba Mateo eufórico sin aceptar los resultados. Era claro que en la sociedad quien más tenía posibilidades de sobresalir era un Alfa. Pero este no era el único motivo que tenía frustrado a Mateo. Un motivo suficientemente fuerte latía en su pecho, haciendo que su determinación a hacerse un Alfa se mantuviera firme.
Leer másAún recuerdo ese día cuando había recibido ese resultado, estaba completamente molesto y decepcionado, ¿cómo puede ser posible que resultara ser un omega?, mi aspecto físico no concernía a uno de esos simples omegas, incluso en tiempos de la secundaría los Omegas se me acercaban diciendo que mi aroma los atraía.
Eso fue tan confuso, volví a realizarme la prueba, aunque mi padre me haya dicho que no existía la posibilidad de que hubiera un error, para mi molestia obtuve el mismo resultado, comencé a investigar mientras tenía mi tiempo libre de la universidad. Todo me llevaba a una historia antigua, aseguraba que en un capricho de la Madre Luna haría que un Omega cumpliría las mismas funciones que un Alfa, será desapercibido con un aroma a Chocolate al igual que un Alfa que solo su destinado lo podrá reconocer sin necesidad de que entrara a celo, ya que el Omega fruto del capricho solo en su celo su aroma se volverá más dulce haciéndose notar que se trataba de un Omega. Lo que más atrajo mi atención es que la voz de mando de un Alfa no me doblega al igual que los demás Omegas o Betas, pero no así con ese, si otra vez vuelve ese Alfa destinado. No sé cuál fue el estado emocional de la Madre Luna al crearme, por qué hacerme de una forma Omega invencible si solo un Alfa tendrá poder sobre mí, solo espero no encontrarlo.
Está bien perdón Omega, pero sabes a qué me refiero, jamás haría algo para herirte, somos uno.
¿Chocolate? ¿en verdad? Aborrezco el sabor y el aroma ni hablar. A los 20 años note algo raro en mí, una semana antes que empezara con mi celo, buscaba desesperadamente ropas y otras pertenencias de mis progenitores para llevármelos a mi cama, hacían que me sintiera seguro y protegido, debía utilizar supresores tanto en mi cuerpo y para asegurarme también lo colocaba a un atrapa sueños que tenía colgado en la ventana para evitar cualquier visita inesperada.
Desde niño me apasionaba ver las películas de investigaciones. Tanto que una vez que terminé la secundaria comencé a estudiar criminología.
Recibiéndome a los 22 años. Para mi frustración, para el ingreso en el gobierno exigían como uno de los requisitos es que fuera Alfa, tenía todo, fui el mejor egresado, físicamente todo indicaba que sería un buen investigador, incluso había estudiado defensa personal. Todo lo tenía listo para iniciar lo que me apasionaba.
Pero no me detuve, decidí iniciar mi propio negocio de investigador privado, pero para solventarlo debía trabajar, no quería ir muy lejos de lo que me apasionaba entonces, entré en una promoción de una revista importante, esta había hecho un concurso para la mejor imagen brindaban un viaje todo pago para dos personas.
Salí ganador y les ofrecí a mis padres el viaje, como un buen hijo. Aprovechando mi cercanía en ese concurso, logré que me entrevistaran para volverme en uno de sus colaboradores independientes. No quería perder tanto tiempo dentro de la empresa, me gustaba estar por las calles y más seguir con mis investigaciones.
Hoy día tengo 26 años, vivo en un departamento dentro de un edificio no muy ostentoso, pero era bueno, no tenía contacto con mis vecinos, no es como si necesitara socializar, nunca fui bueno conociendo personas.
Mis días son muy tranquilas, luego de un buen desayuno, me preparo para llevar las fotos que tomé para la temática de verano que me habían pedido. Visto mi sudadera roja con capucha, unos jeans negros y unos tenis blancos especiales para realizar deportes. Con mi bolso llevando cruzado a mi pecho bajo por el ascensor. Obvio estar en el 5to piso no me agotaré solo con bajar las escaleras. Tengo mucho que hacer luego de ir a la revista.
A.V.S. es la revista considerada más importante, siempre tienen el récord en venta, con entrevistas con las personas más importantes del país.
Un gran edificio, me encuentro aquí frente a él, solo espero que no se encuentre el dueño, se quiere pasar por muy amable, si no fuera por la buena paga que me da por esas simples fotografías ya me hubiera largado.
—¡Mateo! —Saluda animada Emma la secretaria, yo intentando pasar desapercibido y esta omega emocionada coqueteándome.
—Emma, ¿tienes mi sobre?
—¿Por qué nunca saludas? Siempre te recibo con mucho cariño y tú eres muy malo. —Sus labios se abultan en un puchero, que se supone debe ser adorable.
—No tengo tiempo, aquí tengo las fotos de verano... me imagino que el señor Brown ya dejó preparada mi paga.
—Eres un Alfa malo, si aquí tienes. —Seguía con la mirada triste como si esperara conmoverme.
—Gracias —Digo tomando el sobre, pero ésta no termina de soltarlo, ¿a qué cree que está jugando? —¿Puedes dármelo?
—El señor Brown quería que le avisara cuando hayas llegado espera aquí...
—Dile que pasaré otro día —No importaba que tanto le decía que no podía quedarme, esta arremedo de secretaria llamó a la oficina informando que me encontraba en recepción.
—¡Mateo! —El señor Brown saliendo de su oficina de inmediato con esa gran sonrisa que odio, un Alfa de pura cepa, pero un asco, en fin.
—Señor Brown no tengo mucho tiempo, lo siento
—No me llevará mucho tiempo —Dice guiándome a su oficina, mientras suspiro profundo, dándome cuenta que no seré librado de una de sus conversaciones.
—Será un momento señor. —digo con toda la sequedad del mundo, hasta ahora me pregunto cómo puedo seguir aquí con el trato que le doy. He oído que el señor se sentía atraído por otros Alfas, solo espero que no quiera meterse conmigo porque le haré papillas.
—Mateo, quiero pedirte un gran favor... tú eres uno de los mejores fotógrafos con quien contamos aquí. La verdad es que no sé por qué no quieres un contrato con nosotros, te ofrezco un excelente sueldo.
—Señor ya hemos hablado, no me cierro a una empresa, si intenta convencerme de nuevo. Lo siento tendré que irme. —Digo intentado salir de la oficina.
—¡No Mateo espera! No es sobre eso que quiero hablar, ya sé que no lo vas a aceptar, pero tengo otra propuesta
—¿Cuál? —Digo sin mucho interés volviendo a la silla frente a su escritorio.
—Quiero que guíes a mi hijo...
—Creo que se equivocó señor, soy fotógrafo no niñero.
—Tranquilo Mateo, a Diego le gusta la fotografía, pero le falta algo de tacto. Te pagaré si es que lo aceptas.
—¿Exactamente qué quiere que haga señor?
—Solo déjalo que te acompañe para que aprenda de ti...
Suspiro con fastidio, aunque no me vendría mal un poco más de efectivo. —¿Cuantos años tiene su hijo?
—¿Diego? Tiene 26 años... —Responde con simplicidad.
—¡¿26?! ¡Ya no es un niño! ¿por qué no solo lo mete a estudiar?
—Ya se recibió, pero le falta lo que tú tienes. Te ofrezco 2000 al mes.
—3000— Exijo para que me dijera que no lo aceptaba así yo me retiraba sin cuidar a un bebé llorón de 26 años.
—Está bien— acepta y yo maldigo en mis adentros, ¿acaso este hombre no le duele despojarse de tanto dinero? —¿Cuándo inicia?
—Veré la siguiente semana, cuando esté de vuelta con las demás fotos— Me ofrece la mano para cerrar el trato, cuando la estrecho, me toma la mano de una forma que se me eriza la piel, pero del asco, ¿acaso me está coqueteando maldito Alfa?
—Gracias Mateo— me agradece con esa sonrisa que me gustaría darle un golpe en el rostro.
Al salir de esa oficina como si fuera poco me encuentro con Emma intentando tomar algo que se le había caído del escritorio, con el trasero hacia mi dirección. ¡Que acaso todos actúan con las hormonas!
Perdí tanto tiempo en la revista que me ha quedado muy poco tiempo para realizar mi investigación.
—Solo espero que ese Diego no sea un idiota como su padre...
Decir que este día era la más esperada por Diego no sería una mentira, pero al parecer el que estaba más ansioso era Mateo.Mientras menos días faltaba para esta gran fecha, Mateo se había vuelto un manojo de nervios.El día que había propuesto a Diego que se casara con él, fue el día que más ansioso se encontraba, sabía que Diego deseaba con todas sus fuerzas unir sus vidas en matrimonio, pero quería ser él quien la proponga, esa era la razón del porqué cuando Diego se lo decía se negaba rotundamente.Ambos fueron invitados a una entrevista con la escritora de su gran historia, Diego se pasaba haciendo pucheros y Mateo luchaba consigo mismo para tomar el mejor momento para hacerlo.Cuando Diego aceptó, estaban tan emocionados del compromiso, que olvidaron en donde se encontraban y terminaron haciendo el amor en la sala de la casa de la escritora... (Si aún lo recuerdo😒)Cuando llegaron a la casa él que se encargó de anunciar apenas cruzar la puerta fue Diego, con gritos y llanto de
Los meses iban pasando, no solo para Mateo sino también para Génesis y Sarah, sus vientres iban creciendo casi al mismo tiempo, Mateo tenía más avanzado su fecha por ende era motivo para mofarse contra sus dos hermanas, ya que consideraba a Génesis como a una.Sus antojos cada vez eran más raras, Diego debía ingeniarse para conseguir todo lo que quería. En caso que no lo lograra, le tocaba soportar los llantos y gritos de Mateo en todo el día.Esperar a dos princesas parecía un gran premio, pero el proceso era lento y sufrido.Los cachorros amaban la panza de Mateo, por las noches siempre entraban a la habitación para echar a Diego de la cama para quedarse abrazados a Mateo. Diego solo podía suspirar profundo e ir a dormir a la sala.Que podía hacer, Nathy solo le mostraba un puchero y ya conseguía que lo aceptara, Alex solo sonreía abrazando a sus hermanitas que iban creciendo en Mateo. Cada día su instinto de protector aumentaba y lo demostraba en su hermana Natasha y también por Ca
Todo estaba donde debería... observar a cada uno de sus seres queridos a su alrededor le brindaba una felicidad plena, luego de unos días en el hospital, la madre de Mateo fue dada de alta con buenas noticias, no era grave lo que padecía, lo que muchos no sabemos es que hay enfermedades que se curan con el corazón alegre, compartir con sus hijos de nuevo después de varios años le ha fortalecido para recuperarse, ver a sus nietos crecer es lo que le mantendrá aún más entre sus seres queridos.Después de mucha insistencia aceptaron vivir en la gran casa de Diego y Mateo. El lugar era bastante espacioso y tenerlos cerca también ayudaba a que los nietos disfrutaran de sus abuelos.Génesis continúa viviendo con la familia ayudando a Mel con la casa. El silencio jamás reinó en este hogar, siempre había gritos detrás de los pequeños que correteaban por cada rincón.Cuando por fin se acercaba los días para el celo en Mateo y Diego estos decidieron ir a pasarlo en el departamento, que al final
Los días fueron pasando mientras Diego y Mateo pasaban más tiempo con sus cachorros, Sarah junto a Jacob se hacían cargo de la revista. Aunque al principio Diego no estaba de acuerdo que su padre fuera el destinado de la hermana de Mateo, han demostrado el gran cambio una vez que se encontraron y se unieron, Sarah no solo comenzó a trabajar con Jacob en la revista, sus conocimientos hacían que cada idea que surgía de uno, el otro lo aprobaba de inmediato en conformidad. Jacob, se podía ver la felicidad reflejada en su rostro, por fin había encontrado a la persona que lo apoyaría y lo amaría como lo merecía, todo ese sentimiento que tenía para entregar al fin podía ser recibido por alguien que lo valoraría y le entregaría el mismo sentir. Sarah después de tanto desear encontrar a su destinado, lo tenía a su lado amándola como lo esperaba, la mimaba en todos sus deseos, llenándole de felicidad cada día. Al fin todos vivían sus momentos de unidad. Mateo disfrutaba de sus cachorros en
Mateo había recibido el don de la gracia, la Madre Luna conocía su corazón y anhelo.Luego de haber luchado por sus deseos ésta le concede lo que más deseaba, ser un Alfa, el que podía proteger a su amado, un Alfa que resguardara a sus seres queridos.Recuperar sus recuerdos de su vida pasada, no solo lo unió más a su destinado, también podía disfrutar de su cachorro Alex, el ser que tuvo que dejar que se alejara de su manada, para cumplir con su misión.Luego de haber pasado toda la tarde y parte de la noche junto a Diego solo deseaba volver a su hogar para envolver en un abrazo cálido a su amado cachorro, decirle que todo ha acabado y que la recompensa por su valentía estaba dada por la Madre Luna.De camino Diego lo tomaba con fuerza de la mano haciendo que se sintiera apoyado nuevamente, otorgando paz a ese corazón que ha sufrido muchas pérdidas en cada reencarnación.Al abrir la puerta de la entrada a su hogar se encontraban Génesis con los cachorros aún despiertos jugando en la
La unión entre humano y Alfa nunca antes se había mencionado, ni siquiera la historia tenía fundamentos de este hecho, ¿pero ¿quién dijo que no podría existir? Mientras en lo sobre natural siga habiendo alguien que tuviera la pluma en mano con tinta, nada estaba dicho. La Madre Luna lo había elegido por algún motivo, su deseo en convertirse en Alfa siempre tuvo una razón y Mateo lo comenzaba a descubrir. Con sus colmillos hundidos en el cuello de su destinado y a la vez el de este en el suyo, sus ojos fueron abiertos dejando ver unos ojos azules cristalinos, que rápidamente comenzaba a ver sus vidas pasadas, cada periodo que le ha tocado pasar por la tierra le fue descubierto, sus huellas marcaron la vida de muchos lobos convirtiéndose en un ancestro ejemplar y protector. Mientras veía cada vida podía percibir la compañía incondicional de su destinado apoyando y fortaleciéndolo, sobre cualquier circunstancia que le tocaba vivir. Mientras las imágenes seguían volviendo a su mente,
Último capítulo