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Iniciar mi día con un buen desayuno, aparentaba que sería una buena jornada, afuera estaba soleado, por la ventana podía divisar el cielo totalmente despejado, era perfecto para tomar fotos en el parque para la revista.

Digo “era”, si, ya que al abrir la puerta me encuentro con esa sonrisa poderosa, mirada penetrante, con aire de un triunfador.

—Mierda

—¡Hola! — Y su sonrisa odiosa.

—¿Qué haces aquí?

—Te he dicho que nos veríamos hoy, ¿no lo recuerdas?

—¿Qué haces frente a mi puerta? ¡Alfa pervertido!

—No seas grosero y salúdame siquiera— Su sonrisa continuaba intacta a pesar de que haya sido duro con mis palabras.

Lo ignoro cerrando mi puerta con llave, rodando mis ojos. Al parecer necesito conversar seriamente con mi Omega, no puede ponerse feliz al ver a este idiota acosándome.

Comienzo a caminar en dirección al ascensor con ese voluminoso cuerpo detrás de mí.

Le daré la ley del hielo, no tengo intenciones de entablar conversación con esta molestia, espero entienda que no tengo intenciones de conocerlo.

Tenerlo cerca solo siento nauseas ¡¿por qué tiene que liberar su feromona?! ¿Cree que correré a sus brazos, como si estuviera desesperado por ser poseído?

—¿Por qué eres tan grosero? — me mantengo en silencio sin mirarlo— ¿por qué en lugar de ofenderme no me llamas por mi nombre? Soy Diego silencio, me repite su nombre como si no lo supiera —¿dónde iremos a tomar fotos? — ¿acaso no puede cerrar la boca? Maldito ascensor no termina de bajar —¿almorzaremos juntos? — uff ¡milagro! por fin se abre, ya estaba por vomitar.

Camino rápidamente, sé que no podré alejarlo por el día de hoy.

¡Alto!

¡Maldita sea, de nuevo con su voz de mando! Mi cuerpo no puede ir en contra de su voz, aunque odio, me detengo hasta que se acerca lo suficiente, con mi mirada de gran enojo giro lentamente para demostrarle lo furioso que me encontraba, no fue necesario dar un paso porque se acercó lo suficiente como para escupirle mi ira.

—Deja de utilizar tu voz de mando conmigo o meteré mi puño en tu boca y te quitaré la lengua antes de que puedas emitir sonido— haciendo énfasis en cada palabra, sentía como mis ojos ardían, pero el seguía viéndome con esos ojos brillantes.

Dándome vuelta continúo con mi camino.

—No me rechaces— Sentí un golpe en mi pecho, dolía en gran manera, era la primera vez que algo parecido me sucedía, giro para verlo y pude notar que en sus ojos había tristeza, ¿puede ser posible? ¿Por qué no solo se aleja? Jamás lo aceptaré como mi Alfa, ¡Ahh! de nuevo ese dolor en mi pecho.

Omega no me hagas esto

Camino de nuevo hasta quedar frente a él, ¿por qué sigue viéndome con tristeza?

—No te dejaré sin lengua, odio en gran manera cuando utilizas tu voz, no lo hagas—Quería que mis palabras salieran ásperas de mi boca, pero por alguna razón fue muy suave como si lo consolara, pero fue suficiente como para aliviarlo porque volvió a sonreír, ¡ahh quiero golpearlo! pero esa voz nunca lo había utilizado con nadie.

—Por la única razón que te enseñaré es porque eres hijo del jefe y me pagará muy bien por intentar hacer algo de ti, no creas ni te hagas ilusiones. No somos amigos, no somos nada, ¿entendido? — gruño.

—Mas adelante ¿seremos amigos?

—No.

—¿Novios?

—¡Mierda! — hago puño en mi mano y comienzo a gruñir, ¿cómo es que tiene la facilidad de quitarme de mis casillas?

—Está bien, entiendo— Dice poniendo sus manos frente a mi para tranquilizarme.

—No seremos nada, tengo mi compañero— Digo para girar y continuar mi camino, escucho como gruñe mientras camina a mi lado, pero no cambiaré de parecer, si cree que tengo pareja dejará de molestarme.

Mientras íbamos caminando noto como las personas giran para verlo con deseos, mientras yo intento no vomitar por el exceso de feromona que emanaba.

—¿Puedes dejar de llamar a todo el mundo con tu aroma?

—¿Lo amas? — Dice gruñendo.

—¿A quién?

—A tu compañero— gruñe más fuerte.

—No tengo por qué responder sobre mi vida privada, pero para que tengas en claro, si es un hermoso omega, claro que lo amo— Bueno, no estoy mintiendo Ángel es mi mejor amigo.

—Déjalo— intenta controlar que su voz no cambiara, pero notaba en sus ojos furia.

—Tu no me das ordenes Alfa idiota, ¡limítate a conversar sobre lo que te compete! — le gruño para que notara que ya me tiene cansado, apenas son dos días que lo tengo cerca y ya me quiero deshacer de este trato.

—Me lastimas— Dice con una voz ahogada.

Aunque sintiera a mi Omega chillar no me dejaré.

—Te dejaré en claro algunas cosas. Tú ¡no me agradas! No estoy interesado en un alfa, no soy omega, no soy tu omega y solo te soporto por el dinero. Mantente al margen o ¡tendré que ponerte en tu lugar de otra forma! ¡No intentes tomarme por la sensibilidad porque no lo siento, ni por ti ni por otro Alfa! Vete el día está arruinada para tomar foto.

— No me iré— Éste alfa en verdad es testarudo.

—¡Alfa testarudo!

—No puedo alejarme, te he esperado y no me iré

—¡Ahhshhh! ¡maldito Alfa! — Camino unos pasos más llegando al parque.

Tal y como lo había imaginado muchas personas fueron a disfrutar del lugar, parejas, familias.

Suspiro profundo aun sintiéndolo a mi lado, no puedo creer ni con todo lo que le he dicho aún siga aquí. Mi pecho duele en gran manera, no quiero, no puedo aceptarlo, sé que si lo hiciera todo cambiaría. No quiero un Alfa que me domine, arruinará todos mis planes. ¡¿Por qué no soy un Alfa!?

¿Por qué me siento triste? Esto no puede ser posible.

— Cambia esa cara, ¿eres un Alfa o un Omega?

— Soy un Alfa, pero tú…

—¿Pero? ¿Acaso piensas que creeré que mis palabras te hieren?

—No sé por qué lo niegas, no eres un Alfa. Siento que eres mi destinado, jamás he dejado que nadie me hablara como lo haces tú, nunca nadie ha sido grosero conmigo.

—Ahh ya entiendo, ¿estas acostumbrado a tener a todos bajo tus pies? Lo siento señor irresistible, pero eso no pasará conmigo, ¡olvídalo! Y será mejor que busques en otro lugar a tu Omega— M****a otra vez ese dolor. Cada vez que lo niego se hace más fuerte, tengo que dejar de decirlo o me ganaré un infarto.

Desvío mi vista del señor irresistible para tomar mi cámara y prepararla para tomar las fotos que necesito.

Mientras unos niños jugaban en el área de juegos, sus padres los observaban desde unos bancos que daban la vista hacia estos, jóvenes parejas conversando y sonriendo demostrándose afecto.

Mientras tomaba las fotos sentía como me observaba, aunque ya no haya dicho nada, sentirme observado me molestaba. Siempre he estado solo, tener a alguien más hacía que me sintiera incómodo, más siendo este Alfa testarudo.

Una vez que haya tomado todas las fotos me dispongo a caminar para alejarme del parque, y si pudiera también de esta molestia andante.

—¿Almorzamos?

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