Pov Leina
Hmm… me removí en mis sueños alternados con la realidad, una oleada de calor y excitación recorriéndome.
Algo húmedo asaltaba mi clítoris, mis paredes vaginales contrayéndose con la deliciosa sensación.
Abrí más mis piernas para disfrutar de este sueño placentero hasta que terminara.
Bajé las manos, tomando el cabello húmedo de mi hombre, empujando más su boca hacia mi feminidad.
—Bastian…— susurré en medio del líbido que me consumía por completo; mi cuerpo ardía de deseo. Mi doloroso centro palpitaba ansioso por ser penetrado.
Hmms… sí… justo ahí.
Gemía en mi mente, empujando más su cabeza entre mis piernas. Los dedos de mis pies se apretaban contra las sábanas cada vez que su lengua me penetraba.
Sus manos se aferraban con fuerza a mis caderas, la respiración agitada y caliente cayendo sobre mi clítoris húmedo e hinchado.
Sus suaves gruñidos hacían vibrar mi cuerpo entero, prendiéndome más.
Este es el sueño más húmedo que jamás he tenido, uno que me hace sentir m