Pov Leina
Me desperté al sentir un suave empujón. La noche ya había llegado y me levanté de un salto al saber lo que eso significaba.
—Al menos tiene ánimos para ir a ver a su padre.
—Benjamin, solo necesitaba reponerse un poco.
—¿Ya terminaste de decir estupideces, Leina, o te doy otra cachetada para que reacciones?
Instintivamente, llevé mi mano a mi mejilla e hice un puchero.
La risa de Sara y los refunfuños de mi tío realmente me hicieron sentir de nuevo en casa.
Cuando llegamos a la gran fogata, vi a varios miembros de mi ex manada.
—Leina, hija— me giré al oír la voz de mi padre y apenas lo vi saliendo corriendo hacia él con una enorme sonrisa.
—Pero mírate nada más, Leina, han pasado solo unas pocas semanas desde que te vi y estás más hermosa.
—Gracias —dije con una pequeña risita.
Nos sentamos a hablar de cosas y agradezco que él no tocara el tema de la loba lunar. Ava ha estado en silencio, pero pude sentir su alegría por ver a nuestro padre.
—¿Leina?
Todos se de