Pov Narrador
Dos ejercicios cubren una extensión importante de los límites del bosque siniestro. Sus árboles marchitos y retorcidos dan una sensación escalofriante.
La misma tierra parece haber muerto, pues todo lo que hay en ella son raíces retorcidas y pequeños insectos que se adaptaron a este ambiente desolador y rústico.
Las nubes oscuras se arremolinan en lo alto de una montaña, cubriendo con la niebla un castillo oscuro donde su señor aguarda.
Isa se detiene en los límites, mirando con dolor y miedo aquel lugar que alguna vez fue hermoso.
—Aguarden aquí, debo romper el sello para que puedan ingresar, pero deben saber que una vez que lo quite, Amre lo sabrá.
—Estamos listos.
Isa extendió sus manos, creando círculos frente a ella. Los anillos giran en su interior como engranajes tratando de encajar en un reloj.
Símbolos se desprenden, llegando a la barrera que los separa de las tierras de Amre. Una vez que la tocan, se queman, abriendo una brecha que se va consumiendo como