Marcelo:
Una semana después...
Había pasado una semana, tan rápido que no nos dimos cuenta, hoy mi pequeña cumplia seis años. Me levante super temprano para prepararle sus panqueques favoritos, me esmere en preparar el mejor desayuno del planeta para mi pequeña hija.
Me sentía dichoso de poder compartir con ella, el primer cumpleaños a su lado, estoy feliz, feliz de que Roxanne me este dando la oportunidad de ser padre.
No es de mi sangre, no la vi nacer, no la vi crecer, pero ella es mi hija, es el amor de mi vida, la razón por la cual quiero ser el mejor padre para ella. Mi pequeña se merece todo el mundo. }
—No lo puedo creer —Leah salió de la habitación recogiéndose el cabello, me abrazo por la espalda—, ¿te he dicho que te amo?
—Todos los días —sonreí—, aunque no está de mas que lo repitas.
—Pues te amo —se posó a mi lado y me dio un beso— ¿Todo eso es para Roxanne?
—Así es.
Hice panqueques, galletas, pan de avena y jugo. Son las cosas que mas ama comer, es su dia y hay que