Leah:
Me senté en la camilla como pude, mi vista estaba borrosa y mis ojos se sentían pesados.
¿Donde estoy?
—Leah —frente a mi apareció Fernando— ¿estas bien?
—Si.. —mire mis manos— Roxanne, debo irme con mi hija.
—Espera un poco, estas débil.
—No me importa, tengo que ir con mi hija.
Como pude me baje de la camilla y sentí un leve mareo, pero eso es lo menos que me importa ahora, tengo que regresar con mi hija.
Me aferre a Fernando y solté mi llanto, la imagen de mi hija sobre esa camilla cubierta de sangre, fue desgarradora, no lo entiendo ¿Por que se ensañó así con su hija?
Había llegado donde estaban todos, mire hacia a través del cristal pero ella no estaba y mi miedo se incrementó.
—¿Dónde está mi hija? —le pregunté a Vigo.
Marcelo venía llegando a grandes zancadas, su rostro estaba enrojecido y cubierto de lágrimas.
—Marcelo —lo tome por la camisa— ¿Donde esta Roxanne?
—Ella... Ella está en coma justo ahora, el doctor dice que estas horas son cruciales para Roxanne.
—No