48 - Exquisito.
Finalizando el día, mi padre pasa a recogerme. Observó a Natalie, quién sube a otro vehículo.
— Florecilla, ¿cómo estuvo tú día? — pregunta, pero sé que no es eso lo que realmente quiere saber. Estoy segura que ya está al tanto de todo.
— Sé leer entre líneas, padre. ¿Has tu verdadera pregunta?
— Está bien. ¿Cómo estás? — repite la pregunta y reímos —. Ya me he enterado de todo y no, no me lo dijo tu asistente.
Suelto un suspiro, cargado de frustración. A veces olvidó quién es realmente mi padre.
— Estoy bien. Como puedes ver, logré salir ilesa de esto.
— Los Brusquetti siguen buscando problemas — lo estudio fijamente, esperando que diga algo más, pero no lo hace.
— Padre, hay algo que quiero decirte –confieso finalmente —. Arturo…
— Sé a lo que se dedican su familia. Siempre lo supe. — Lo miro sorprendida.
— Estaba casada con él — gimo.
— Porque tú lo quisiste, y porque él, no es parte de eso. Aunque, su abuelo siempre quiso manejarlo a su antojo.
— Padre, yo…
— De qu