Capítulo 41. El Baile de las Apariencias: Valentina.
La cena se sirvió en los exuberantes jardines de la hacienda, bajo un dosel de estrellas que la luna llena iluminaba tímidamente. Las mesas redondas, adornadas con arreglos florales y velas parpadeantes, creaban un ambiente mágico que contrastaba con la tensión palpable que sentía. El aire fresco de la noche traía consigo la suave melodía de un grupo de jazz que comenzaba a tocar, un acompañamiento perfecto para la velada.
El anfitrión, John García, hizo su aparición con una elegancia descomplicada. Vestía un traje de lino color crema, perfectamente adaptado al clima del Eje Cafetero: sofisticado, pero sin la rigidez de un formalismo citadino. Su camisa de seda desabotonada en el cuello y el pañuelo de lino a juego en su bolsillo, denotaban un gusto exquisito y una comodidad innata en su propio espacio. Su voz, grave y acogedora, dio la bienvenida a todos, agradeciendo nuestra presencia en la Hacienda Los Cafetos.
Nuestra mesa era una constelación de familiaridad y secretos. Estaba se