Capítulo 40. La Amenaza de un Rival: Alejandro.
El comentario descarado de Juan José en la terraza, esa indirecta tan directa sobre su interés por Valentina, me había encendido la sangre. Sentí un fuego recorrer mis venas, una furia contenida que me hizo apretar los puños sin darme cuenta. Verlo sonreírle así, hablarle con esa familiaridad, y luego soltar esa confesión velada frente a todos… era intolerable.
- Juan José —dije, mi voz más grave de lo que pretendía, interrumpiendo su charla—. ¿Podemos hablar un momento, en privado?
Lo vi arquear una ceja, una sonrisa desafiante asomando en sus labios. Me siguió a un rincón más apartado de la terraza, lejos de los oídos curiosos de los invitados. El aire se sentía más denso a nuestro alrededor.
- ¿Por qué tan enojado, primo? —preguntó Juan José, con un tono burlón, notando la tensión en mis hombros.
La pregunta me hizo consciente de la fuerza con la que apretaba los puños. Respiré hondo, intentando relajarme, recordar el plan, la farsa que debía mantener.
- No es nada —respondí, mi vo