**Valentina**

El aire estaba cargado de humedad y silencio. Esa clase de silencio que no tranquiliza, sino que anticipa. Estaba sentada sobre una colchoneta fina, atada aún, los ojos cubiertos por una venda áspera que raspaba mi piel con cada movimiento. Perdí la cuenta de las horas. Del día. De los días.

Pero algo cambió.

El sonido fue lo primero. Una distorsión electrónica y luego la música tenue de fondo. Después, la venda se deslizó de mis ojos. No me la quitaron. Solo la aflojaron lo suficiente para que cayera. La luz me cegó unos segundos, pero al enfocar… vi una pantalla frente a mí. Y entonces supe que ese era el siguiente acto de esta pesadilla.

Un video comenzó a reproducirse.

Era Alejandro.

Él, en una gala elegante, con el rostro más joven, con el traje negro entallado que le había visto en una foto de archivo familiar. Y a su lado… Valeria Delacroix. Su ex. La mujer que pertenecía al mundo del que él decía haber escapado por mí. La mujer que, según él, nunca fue más que un