Inicio / Mafia / Deseo: mi deseo ardiente / Capitulo 3: tensión familiar
Capitulo 3: tensión familiar

Entonces, la puerta del comedor se abrió, ofreciendo un pequeño respiro y, a la vez, una nueva capa de juicio.

Victoria, su hermana, apareció. Alta y delgada, con una disciplina casi militar en su peinado y su vestimenta, lanzó a Valeria una mirada que destilaba resentimiento puro, una mezcla de desaprobación por su tardanza y celos por la vitalidad que siempre irradiaba, incluso después de una noche sin dormir.

(Con un tono de hielo fino) __ ¿Hasta ahora llegas? No cambias, Valeria. Apuesto a que estabas... divirtiéndote. ¿No te dijo Papá que Demian vendría a desayunar? Algunos de nosotros sí prestamos atención a las reglas de la casa no como otras __

La burla sutil de Victoria, que buscaba rebajarla, se disolvió en el momento en que sus ojos se posaron en Demian. Victoria enderezó la espalda y le dedicó una sonrisa pulida y obsequiosa

__ Buenos días, Demian. Es un placer verte. ¿Deseas más café? Yo puedo servírtelo __

Demian apenas le dedicó un asentimiento cortés, su atención anclada únicamente en Valeria. Este desinterés, por sí solo, logró encender una chispa de furia en los rostro de Victoria, una frustración por no ser ella quien capturaba la mirada del hombre más poderoso de la sala, incluso si ese hombre era un mafioso, pero cómo siempre su hermana aún no entiende que le ve es Demian, conocido por andar con las mejores modelos, pero ahí esa deborando a la gorda inútil de su hermana

Fue en ese momento que Claudia, su madrastra, entró. A diferencia de su hija biológica, Claudia siempre había mirado a Valeria con un cariño sincero, con el cariño de madre y nunca hizo diferencia para ella las dos son iguales. Era una mujer de ojos amables, la única en esa casa que veía y aceptaba la naturaleza libre de Valeria.

Claudia evaluó la escena en un instante: el padre ajeno, Victoria lanzando dagas, Demian con una intensidad peligrosa, y Valeria pálida, tensa y perdida.

interviniendo con una calidez protectora

__ Victoria, deja a tu hermana en paz. Valeria, querida, Demian estaba contándole a tu padre sobre el nuevo proyecto de la fundación. ¿Te apetece desayunar algo? Te ves cansada. ¿Tuviste una noche larga? __

Su pregunta era una mezcla de preocupación genuina y una advertencia sutil para que Valeria mantuviera la calma aunque no pudiera. Era la única en la habitación que notaba que algo más grande y oscuro, que una simple falta de modales estaba ocurriendo.

Valeria finalmente logró hablar, forzando una sonrisa helada mientras aceptaba la mano de Demian, sintiendo un escalofrío al contacto de su piel con la de él, la promesa del infierno sellándose entre sus palmas.

__ Sí, Demian. Un placer, por supuesto. Tuve una noche... inolvidable. Pero supongo que tú también__

La tensión entre ellos se hizo tan densa que pudo haberse cortado con un cuchillo. Demian apretó su mano un instante más de lo necesario, un pequeño gesto de dominio.

__ Inolvidable __ confirmó él, su mirada quemando la de ella __ Y me aseguraré de que las próximas sean aún más... memorables __

El padre, ajeno a la descarga eléctrica que pasaba entre ellos, gesticuló hacia Demian.

__ Estábamos hablando de tu familia, Demian. Tu hermano, Dante, ¿ya terminó sus negocios en Milán? Sabes, solía tener esa misma chispa en los ojos cuando era joven. Aunque nunca tan serio como tú, claro."

( Demián Relajando su expresión en una máscara de respeto familiar) __ Dante siempre está en movimiento, Federico. Regresará pronto. En cuanto a mis padres… Papá está enfocado en expandir las propiedades en el Norte. Mamá, como siempre, preocupada por las alianzas. El negocio no se detiene __

Mientras Demian hablaba de sus padres con una formalidad fría, sus ojos seguían deslizándose hacia Valeria. Era una tortura lenta. Cada mención de sus "negocios" y "alianzas" era una advertencia codificada para ella: él pertenecía a un mundo donde las personas eran activos, donde el control era moneda de cambio.

Victoria intentó interponerse, ofreciéndole a Demian un plato de fruta que él ignoró elegantemente.

__ ¡Qué interesante! Yo siempre he dicho que las tradiciones familiares son vitales __

(A Victoria, con una cortesía impersonal

__Lo son. Mantienen el orden __

Demian se volvió de nuevo hacia Valeria, y en sus ojos no había orden, sino un hermoso y aterrador caos. Él estaba hablando de su familia, de las alianzas... pero la única alianza que le importaba era la que acababa de forjar, sin palabras y con pasión, en la oscuridad.

Claudia, la madrastra, tomó el brazo de Valeria con una ligera presión, rompiendo el contacto visual con Demian. Era su sutil forma de decirle: Respira. No lo dejes ganar.

__ Valeria, el jefe de tu padre tiene un regalo de la última feria de arte. ¿Por qué no se lo muestras a Demian? __ dijo Claudia, mandondo a su hija a la guarida del león

Era una excusa para que se movieran, una forma de romper la tensión. Valeria asintió, agradecida por el escape.

__Claro. Sígueme, Demian __

Lo guió a un pasillo lateral,el observando los cuadros hasta que ve uno en particular uno donde esta Velaria y su madre la mirada de su madre da entender que ella manda aqui hija de su madre tiene que ser

Apenas fuera del rango de oído de su padre. En cuanto estuvieron solos, el aire se hizo pesado con el deseo no resuelto.

(Su voz era un susurro furioso) __ ¿Qué demonios estás haciendo aquí, Demian? ¿Qué clase de juego enfermo es este ? __

Demian: (La acorraló suavemente contra la pared, su aliento en su oído, sus manos en la cintura y uno en la cabeza. El mafioso había regresado, el amigo del padre se había desvanecido) __ No es un juego, bella. Es el destino. Tú no tienes dueño, lo recuerdo. Pero yo nunca dejo un deseó ardiente sin consumar. Y tú... eres mi deseo más ardiente. Estás marcada. Eres mía, te guste o no. Y ahora que sé dónde vives, y a quién le perteneces en la luz... la oscuridad será aún más deliciosa __

Se alejó con la misma elegancia con la que había llegado. __ Dile a tu padre que el café estuvo excelente. Volveré pronto __

Y se fue. Dejó a Valeria sola en el pasillo, con las rodillas temblando, el recuerdo de sus manos en sus curvas, su boca por todo su cuerpo y la aterradora certeza de que su noche de libertad le había costado toda su independencia hasta su vida . El diablo la había encontrado y sin que ella se diera cuenta, y era el mejor amigo de su padre.

Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP