Capítulo 2

TESSA

Me vi a mi misma en el reflejo de la pared del ascensor, me habia puesto una falda lápiz gris que me llegaba por debajo de la rodilla y una camisa sastre azul claro, con tacones finos de siete centímetros, me sentí bien para la entrevista, pero no crei que mi ropa fuera adecuada para conocer al CEO.

Las puertas se abrieron, al entrar al piso, vi a la izquierda, largas mesas blancas alineadas, donde habia muchas personas trabajando en sus ordenadores portátiles, con mucha iluminación, al fondo se veia un enorme cuadro colorido, con amarillos y naranjas, que contrastaba con las paredes blancas.

En medio habia un par de salas de juntas, ambas con amplias mesas ovaladas y paredes de cristal y a la derecha, al fondo, habia una gran oficina, se podia leer en la puerta, en grandes letras doradas:

E. FROST

CEO

Ahí es a donde tenia que ir.

De pie ante la oficina del jefe, mis nervios afloraron, pero toqué a la puerta de cristal con firmeza, el hombre levantó la vista, y me hizo una seña con su mano para que entrara.

Respiré profundo y empujé la puerta.

Me aclaré la garganta al llegar frente a él y hablé.

- Señor Frost, soy Tessa Clark, me envió la señora Hard de recursos humanos para que sea su asistente.

El dejó lo que estaba haciendo y me miró de arriba a abajo, con el ceño fruncido, como evaluándome.

- Puede que funcione - dijo con voz profunda.

Vestía un traje azul oscuro y corbata a juego, con una camisa blanca impecable, que resaltaba el color de sus ojos, de un azul con tonos verdosos, llevaba el cabello castaño claro corto, y usaba una barba perfilada, ya lo conocia por las redes sociales, pero verlo en persona era realmente impresionante.

- Primero, hágame un café, negro, sin azúcar, ¡ah! y quiero una botella de agua natural, cuando haya hecho eso, le asignaré las demás tareas.

- Claro, señor.

Habia una mesa afuera de la oficina, muy cerca de la puerta, sin nada encima, deduje que esa era de la asistente, y guardé mi bolso en uno de los cajones.

No me dió muchas instrucciones, asi que me las arreglé para localizar el área de descanso, había un par de mesas redondas de color rojo con varias sillas altas, a un costado un sofá color crema y una cocina pequeña, con una despensa de varias puertas, y una nevera de tamaño mediano, sobre la encimera vi dos cafeteras, una de varias tazas y otra para una sola, de alta gama, para varios estilos de café.

De más joven trabajé en una cafetería italiana, asi que sabía usarla, y en menos de cinco minutos ya estaba listo.

Entré de nuevo en su oficina sin tocar, puse la botella de agua y el café en un espacio en su gran mesa en forma de L, habia sobre ella su ordenador, una libreta y un bolígrafo, y alcancé a ver una sola fotografía con un marco plateado, acomodada de forma que sólo el podía verla.

- Bien - lo habia hecho a temperatura media porque no sabía como le gustaba - esta bien - dijo después de probarlo.

Se recargó del respaldo de la silla y puso su mano sobre su boca y luego frotó sus labios con su pulgar, lo que me hizo mirarlos un segundo de más.

- ¿Y Bien? - le dije.

- La espero mañana a las ocho de la mañana, sea puntual, hay una reunión con un cliente importante, y debemos asegurar la cuenta.

Me entregó su tarjeta.

- Agregue mi número de teléfono, ya puede irse señorita Clark.

Sali algo temblorosa de su oficina, y caminé hasta el ascensor, las puertas se abrieron y entré, sabia que mi madre no iba a creerme, la verdad es que ni yo podia creerlo, ahora iba a ser la asistente del señor Erik Frost.

Tenia fama de ser frio y distante, pero tenía razón para serlo, el tipo, era un maldito dios del marketing, con una mente creativa como ninguna otra, tenia que aprender lo más que pudiera de él, solo que esperaba poder durar más de dos dias en este empleo.

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