LA REINA DEL MAFIOSO. Extra: Seres dueños del inframundo.
Adrián aún debía amoldarse al lugar al que ahora sabía que pertenecía. Todas las miradas aún incrédulas siguieron viéndolo a él, como si no creyeran que estaba ahí.
Pero, ¿quién podría culparlos?
Vivieron una vida entera pensando que habían perdido a Adrián y por ello en la mañana Luisa sin haber dormido un poco siquiera envió a que prepararan un desayuno para celebrar, ella por su parte no dejó de verlo, pidiendo disculpas si llegaba a incomodarlo, pero no pudo contener la emoción de ver a su hijo menor.
Sara pudo percibir como todo cambió desde ese día.
Leonardo podía dormir un poco más, como si sus pesadillas fueran menos dolorosas, además de sentirlo cada vez más cariñoso, algo que disfrutó, pues aprendió a conocer facetas de su esposo que tal vez nadie más podría tener la dicha de tener.
Braulio admiró la mesa con sus tres nietos alrededor y esa presión en su pecho lo hizo apretar la mano de su esposa, la cual también comprendió el sentimiento. Faltaba uno y tal vez fuese muy