Capítulo 86. La primera mañana juntos... los tres
Sebastián caminó hacia ella. Despacio. Cada paso, una confesión. Cuando estuvo cerca, no la tocó. Solo se detuvo a unos centímetros, lo suficiente para que ella sintiera el calor de su cuerpo.
-- Somos sus padres cariño, siempre estaremos listo para eso y mucho más –
-- Pero... –
-- Pero nada Melisa. Yo creo que si todo lo que pasamos no destruyó lo que siento por ti… entonces nada más podrá hacerlo. El pasado es eso, pasado y será mejor que lo olvidemos –
Ella contuvo el aliento. Sus ojos se llenaron de lágrimas que amenazaban con caer.
-- ¿Y tú? – le preguntó él. Melisa se tragó el nudo en la garganta.
-- Yo solo sé que… cada vez que te miro, tengo miedo de volver a perderte –
Él alzó una mano. Le rozó el rostro con los nudillos. Un gesto sutil, pero lleno de ternura.
-- Entonces no me mires como si fueras a correr – le susurró muy cerca del oído. antes de besarla. – Quédate con nosotros. Aquí, a mi lado –
Ella cerró los ojos. Y por primera vez en mucho tiempo, no se sintió prisione