Capítulo 77. El veneno que no mata, pero corroe.
Melisa suspiró aliviada al notar lo que los ancianos hicieron por el pequeño. Luego sintió como Sebastian le tocó el brazo con suavidad.
-- No debiste mencionar el contrato delante de los abuelos – le dijo en voz baja. Melisa se dio cuenta de lo que hizo, había estado pensando en ese maldito contrato durante toda la noche que olvidó por completo que los ancianos no sabían de él.
-- Lo siento, no debí – se excusó, Sebastian solo la miró.
-- Todavía no hemos decidido la fecha para la firma, si quieres puedes pensarlo un poco más, además tampoco hemos puesto fecha para nuestra luna de miel, los empleados ya comienzan a especular y no queremos volver a ser tendencia ¿verdad? – ella lo miró de reojo, no pensaba que llegaran a esa situación, todos sabían de la existencia de Bastián, no sería nada extraño que quisieran quedarse con él.
-- ¿Crees que es necesario? –
-- Creo que es lo mínimo Melisa... casarnos sin amor es una cosa... pero, vivir así, fingiendo que todo está bien, no lo soporto