170.
Oliver fue suficiente para someternos a los tres. Era un vampiro completamente fuerte, poderoso, y yo me pregunté cómo podría vencerlo. Tal vez yo pudiera con Mordor, pero contra Mordor y su hijo al mismo tiempo sería prácticamente imposible.
Él me arrastraba a toda velocidad por los pasillos, tal vez sabiendo que, en el momento en el que regresara mi poder del hielo y pudiera transformarme nuevamente, estarían en peligro. Tal vez querían acabar con mi vida rápido, antes de que eso sucediera. Intenté escaparme de él, pero era terriblemente fuerte.
Otro grupo de vampiros cargaba a Estefanía y a mi padre. Estefanía aún seguía inconsciente, pero Bastian no. Intentaba librarse de la carne de los vampiros, pero su cuerpo aún no había procesado la droga que recorría su organismo y su lobo interno estaba atrapado. Así que el hombre estaba sin fuerzas.
Pude ver cómo sus ojos se posaron en los míos. Me pedía disculpas ese día. Perdón por haber fallado. Pero yo no pude decirle que no, que aún n