-Resiste mi amor, ya estamos por llegar- exclamó el magnate, quien tenía la cabeza de su amada sobre sus rodillas. -¡Más rápido por favor!
Sofía tenía una expresión de dolor en su rostro y Lucas no sabía qué hacer para que ya no le doliera.
-Tengo miedo- las palabras salieron de los labios temblorosos de la castaña como un suspiro.
Lucas quería decirle que él también tenía mucho miedo, que no sabía que iba a suceder y que no podía hacer más nada que entrelazar sus dedos con los de ella.
Finalmente, la patrulla llegó a la entrada de emergencias de la clínica privada de la ciudad, los paramédicos ya estaban en la entrada esperando a Sofía, ya que los policías se habían adelantado avisándoles que estaban yendo con una mujer descompensada.
Lucas salió de la patrulla y con mucho cuidado sacó en brazos a su amada, que tenía toda su parte inferior cubierta de sangre.
Sofía ya estaba semiinconsciente por el dolor tratando de mantener sin éxito la cabeza levantada. Rápidamente llegó la camil