-¿Estás bien sofí?- preguntó Lucas al verla distraída mirando hacia otro lado, desde su punto de vista no pudo ver al depredador que acechaba a la joven.
La castaña dio un saltito al escuchar que el magnate la llamaba, volteandose hacia él, para luego volver a mirar hacia el tumulto de gente, encontrándose con que su abusador ya no estaba ahí.
-S-si, todo bien- exclamó sonriendo como bien había aprendido.
Una música romántica comenzó a sonar y las luces comenzaron a bajar la intensidad, hasta llegar a una iluminación tenue.
“No no no” Gritó a sus adentros, nunca le había tenido miedo a la oscuridad, pero a lo que en realidad le tenía pavor era a lo que se escondía en la oscuridad.
-¿Me complaces esta pieza?- dijo su acompañante, inclinándose hacia adelante extendiendo su mano para que Sofía la tomara.
La joven lo miró sorprendida. ¿Acaso la gente rica aún organizaba bailes? Pensó extrañada por esto.
-Oh, es que no sé bailar- dijo avergonzada, temiendo que Lucas se molestase por