Alejandro intercambió una mirada con Aisha y luego asintió con determinación.
— Yo lo haré — él se puso de pie.
Aisha sonríe, agradecida por el apoyo de Alejandro. Se colocó en la parte delantera del salón, observando con orgullo a su esposo, — ¡Muy bien! Ven al frente, por favor.
Alejandro se dirige al frente, donde la maestra lo guía a través de los ejercicios, ella se sentó al lado de él y se acomodó mientras sus piernas estaban abiertas haciendo que pudiera apoyarse en su regazo. La profesora explicaba cada movimiento detalladamente. Los demás padres observan atentamente.
— ¡Excelente trabajo, Alejandro! Ahora, ¿Quién más quiere intentarlo?
Varios padres se animaron a participar, siguiendo el ejemplo de Alejandro. Aisha se sentía profundamente orgullosa de su esposo y de cómo se involucraba en este momento tan importante.
Después de la clase, los padres y madres se reunieron para conversar y compartir experiencias.
— ¡Eres un ejemplo, amigo! — uno de los padres aplaudió a Alejandr