46. Rumbo a la casa hogar
El área social de la mansión parece estar inspirada en locaciones propias del paraíso. La piscina, con su arquitectura ovalada y sus baldosas de un delicado tono celeste, es un espectáculo en sí misma. Desde un extremo, el agua fluye en un desbordamiento suave, formando una cascada que cae hacia un nivel más bajo, probablemente diseñado para niños. Allí, un pequeño tobogán termina en aguas poco profundas, creando un espacio seguro y divertido.
Me encuentro sentada en una hamaca colgante de bambú y nailon, cuyos suaves cojines invitan a entregarse a una siesta reparadora, aunque ahora no es el momento para eso. Estoy en compañía de mi hermano menor, Ermac; ambos nos relajamos en un par de hamacas bajo un techo translúcido de PVC, mientras una pequeña chimenea portátil nos mantiene cálidos. Desde nuestras hamacas, observamos a Marisol, quien está concentrada en su nuevo caballete, plasmando en su lienzo el paisaje invernal que se extiende frente a nosotros. La quietud del ambiente y el l