Jamás en toda mi vida pensé que vería al gran Alex Clark así de hundido, como cuando lo descubrimos al entrar en la habitación. Fue Mike el que se sentó a su lado e intentó recomponerlo, yo … sólo observé la escena. Una parte de mí lo comprendía bien, y sólo quería que se declarase de una vez, que le dijese a nuestro amigo lo que sentía por su hija y dejase de luchar, al menos uno de los dos se merecía ser feliz, y puesto que no iba a ser yo… era justo que lo fuese él.
- ¿Qué mierdas le ha pasado? – fue lo que Mike quería saber. Yo no quería desvelar ese secreto, no era mío.
- Eso es algo que él debe decirte. Yo estoy harto de estar en medio – me eché hacia atrás y dejé que aquellos dos se pusiesen al día.
- Estoy aquí,