15. Pov Niki
Cuando llegué a casa, el corazón todavía me golpeaba en las costillas como si quisiera salir corriendo antes que yo. Cerré la puerta con más fuerza de la necesaria y me quedé unos segundos apoyada contra la madera, tratando de recuperar la respiración.
Dan levantó la vista desde el sofá, con Anne dormida en brazos. Su ceja se arqueó al verme.
—¿Todo bien? —preguntó de inmediato, con esa mezcla de calma y alerta que lo hacía parecer preparado para cualquier cosa.
Me pasé la mano por el cabello, que seguramente estaba hecho un desastre.
—Si…no… no sé. —Titubeé.
—¿Por qué, qué sucedió?
— Hoy me llamaron al despacho, desde un número desconocido. Una voz… un hombre. Me dijo que tuviera cuidado.
El gesto de Dan cambió al instante. Ya no era el niñero improvisado ni el chico con sonrisa fácil: era puro instinto protector.
—Eso es una amenaza, Nikita. Deberíamos llamar a la policía.
Negué con la cabeza, demasiado rápido, como si con el movimiento pudiera borrar la inquietud que me consum