NARRADOR OMNISCIENTE
La pareja entra a la casa de placer ansiando un primer y gran desahogo tras la sangrienta tensión que les empieza a pasar factura.
No se han hablado en el camino. No tocaron el tema; tema que quedó zanjado con tres cuerpos inertes en la cabaña principal del predio Estevens.
La muchacha inició su oscura declive y no le interesa retroceder. Lo suyo es pensar, ejecutar y luego afrontar, purificando como sea su insana, podrida y perturbada alma.
—¿Su pareja? —la madama del prostíbulo marroquí se acerca a la sensual pelirroja y le toma la mano con suavidad, sin ignorar los cientos de miles de euros que destilan su sortija.
—Lo es —le miente con desinterés. Hacerlo ya le nace naturalmente.
La experimentada bailarina sonríe. Considera que es magnífico que una pareja que destila dinero y poderío haya llegado a su placentero negocio.
—Ven conmigo —jalonea sus dedos y la hace levantar del amplio diván de pieles, alejándola de cierto Diablo que no la pierde de vista pese a