—No tienes por qué darme explicaciones— se apresura a decir —Vete con ella— agrega.
Efectivamente, las palabras de Archie pusieron sus sentimientos a flor de piel, pero lo resiste. —De acuerdo, te veré luego— se acerca y deja un vasto beso en su frente, uno que ella sintió en su corazón y le hizo palpitar más.
Al salir de la habitación, Villarreal mira a Vargas de manera mortal y luego continúa su camino hacia donde está Cloe. Lo que no esperaba era encontrarla discutiendo con la enfermera.
—¿Acaso no sabes hacer nada?— La voz de Cloe resuena en la habitación —No quiero comer eso, es horrible— espetó. Archie niega con la cabeza, claramente no creía en ella, en eso de hacer las paces por el bien del bebé. Sabía que ella fingía porque quería obtener algo de él.
—Buenos días— Archie saluda al ingresar.
—Señor Villarreal— la enfermera lo saluda cabizbaja.
—Sal de la habitación— ordena, y la chica se marcha.
—El señor Villarreal se dignó a venir— Cloe esboza una falsa sonrisa.