ZOREN

La alarma suena como todas las malditas mañanas; mi tímpano ya no aguanta, seguro va a desgarrarse en cualquier momento.

Me baño, me aseo y me pongo el uniforme.

El maldito uniforme que me aprieta el cuello, la paciencia y el alma.

Pero claro… tengo que cumplir con las órdenes del gran Beta Hall.

No quiero volver a terminar castigado. Ayer nuestra querida Alfa nos lo dejó bastante claro.

"Maldita niñata engreída".

Hago ejercicio como nunca en mi vida. Nunca.

Me esfuerzo hasta sudar, hasta que me tiemblan los brazos, hasta que me arden los músculos.

Mi físico es genético, un regalo hereditario. Nunca tuve que mover un dedo para lucir como luzco.

Pero ahora, mírame… sudando como un condenado, solo porque a alguien se le ocurrió que esto forma el carácter.

Una simple orden. Una simple gracia. Y ya estamos aquí. Para ellos «los gobernantes de Vyreon» somos solo piezas. Herramientas. Y ahora lo sé.

Ella es la futura Alfa.

El Alfa Logan se ha ido. No sé si fue él quien dio la orden