Capítulo veintitrés.

—¿Te has vuelto loca o qué?—escucho la voz eufórica de mi prima detrás mío.

Empujo la puerta que da a la calle una vez terminamos nuestra reunión con Arturo. Giro sobre mis talones y la miro. Tiene los ojos bien abiertos y me mira incrédula.

Respiro hondo. Sabía que venía esto.

—Lo he estado siempre.

—¡No seas irónica conmigo!

—No lo estoy siendo.

—¡Y una mierda, Samantha!¿Que rayos estabas diciendo allá dentro?¿Acaso te ha dejado de importar tu vida y apenas me entero?—suelta con furia.

Sacudo la cabeza. A estas alturas, ya estoy cansada de hablar de este tema. Se ha vuelto rutinario y solamente quiero terminarlo de una maldita vez.

—No lo entiendes. Nada de esto terminará con mi vida.

—Claro, porque no hay un maniático hijo de puta buscándote por cielo y tierra queriendo sacarte del medio por unas propiedades que valen más de medio millón —indica con ironía. Suelta una carcajada carente de humor y vuelve a clavar sus ojos afilados en mi—Pero no lo entiendo, ¿cierto?

—¡No, no lo enti
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo