—No sabía que mi hija fuera tan vaga…

Es la voz de mi padre. Corro con fuerza hasta lograr refugiarme en sus brazos. Su cuerpo es cálido y fuerte. Mi padre es un hombre joven aún, apenas está por cumplir los 40,pero parece un tipo arrollador,estoy seguro de que esos viajes que hace muchas mujeres se le acercan,es bastante guapo,y no lo digo porque sea mi padre,es porque es la verdad.

Escondo mi rostro en su pecho,pero en cuanto siente mis lágrimas en su ropa me aparta con cariño.

—¿Qué pasa bebé?. Mi padre nunca me ve llorando,no soy de ese tipo de chicas que necesitan saber todo la rabia llorando. Supongo que al ser criada por un hombre,tuve que aprender a sacar mi enojo con palabras,o simplemente a no sacarlo. Porque mi padre es de los que se guarda todo,jamás lo he visto quejarse de haberse quedado solo con una hija de un año de edad.

—Te he extrañado mucho,como no tienes idea papá.

Es la verdad,el es único hombre en el que puedo confiar,no hay nadie en este mundo que