(Santiago) días antes…
Camino entre la multitud sin saber qué hacer con mis pensamientos. Todos están mirando a América, celebrando su victoria, y yo… yo no soy parte de eso. La ironía me golpea como un puño cerrado: la chica que solía ser invisible, la que siempre estuvo en las sombras, ahora es la protagonista, la maldita reina del lugar. Y yo… yo soy solo un espectador.
Antes, todo giraba a mi alrededor. La gente me seguía, me admiraba, y nadie podía cuestionarme. Yo era el rey, el chico que siempre tenía el control. Pero ahora… ahora todo eso se desvaneció.
Miro hacia el suelo, sintiendo el peso de cada mirada que se aleja de mí. Incluso JC, ese idiota que siempre estaba a mi lado, ahora la mira a ella con respeto. La gente la aplaude, la celebra, y yo solo… observo. Lo que más me molesta es que no me enojo. No siento rabia, no siento ira. Solo siento vacío. Como si me estuvieran arrancando algo que ni siquiera sabía que tenía hasta que lo perdí.
Es un sentimiento extraño,