Al día siguiente Donovan se levantó muy temprano, y yo me levanté junto con él. Me senté en el borde de la cama esperando a que saliera del baño, necesitaba llamar a mi abuelo y preguntarle cómo estaba, también quería saber cómo estaba mi papá.
— ¿Que haces mirando el piso? — Me pregunto Donovan saliendo del baño, con una toalla enrollada en su cintura y otra al rededor del cuello con la que se estaba secando el cabello.
— ¿Puedo llamar a mi abuelo? — Le pregunté.
Él asintio con la cabeza, se acercó y me dió su celular.
— Tienes 5 minutos — Yo asentí con la cabeza e inmediatamente le marque a mi abuelo.
El teléfono sono un par de veces, mi abuelo contestó.
— ¿aló? — Yo sonreí al escuchar su voz.
— Soy yo, ¿como estás abuelito? — Le pregunté tratando de que mi voz sonara normal, tenía tantos sentimientos encontrados en estos momentos.
— ¿Lore, como estás tú? ¿Cuando vas a regresar? — Me preguntó.
— Estoy bien, tu no te preocupes, abuelo quiero enviarte algo de dinero, para tus medicinas