Donovan se sentó en la cama, y me miró.
— ¿fue tu abuelo? — Me preguntó.
— Ya te dije que no diré nada — Él respiro profundo.
— Lo proteges porque está enfermo — Yo negué con la cabeza.
— No insistas no te diré nada, me voy a llevar el secreto a la tumba — Él asintio con la cabeza.
— Eres una masoquista Lorena — Yo me encogi de hombros.
— Desnúdate — Le pedí.
— ¿Y eso a que viene? — Me preguntó.
— Las veces que lo hemos hecho, tu has estado completamente vestido — Le dije.
— ¿Me vas distraer con se*o? — Me preguntó.
— desnúdate — Le volví a repetir.
Él se levantó de la cama y empezó a quitarse la ropa.
Poco a poco se despojo de todo, quedando completamente desnudo frente a mi.
— A la cama — Le ordené.
Él se acostó en la cama y me quedo mirando.
Su p*lla estaba creciendo poco a poco.
— Por qué me dices masoquista, si tu te calientas con la presunta asesina de tu padre, eres un sádico Donovan — Él me dió una sonrisa.
— Eso lo tengo bastante claro, ahora ven y deja de perder el tiempo —