No había dormido nada, no podía sacar de mi cabeza las palabras de Donova, ahora estaba más nerviosa que nunca.
— Te vez horrible — Me dijo mientras el se terminaba de cambiar.
— No tengo que ponerme hoy — Le dije, el puso los ojos en blanco y busco algo de ropa para mi.
— Te servirá por hoy, ahora levántate y ve a bañarte, mi asistente vendrá en media hora — Me levanté de la cama y camine al baño.
— No traje cepillo de dientes — Le dije desde el baño, Donovan entro abrió un cajón y saco un cepillo de dientes nuevo.
— Apresúrate — Volvió a decirme.
Yo asentí con la cabeza, y me cepille los dientes rápidamente.
— Mírame — Me ordeno Donovan.
Yo lo mire, él bajo la cabeza y me dió un beso.
— bienvenida a mi infierno querida Lorena — Me dijo con una sonrisa.
— Báñate y baja — Él salió del baño dejándome sola, yo me mire al espejo y con el dorso de la mano me limpie los labios.
— Te odio — Dije en voz baja.
*
El asistente de Donovan era mucho peor que él, solo me miraba para decir algo gro